El Director Ejecutivo de la CNR, Wilson Ureta, abordó los principales resultados alcanzados en 2023 y los desafíos estructurales que enfrenta el país, como la sequía que afecta a las diversas regiones de Chile.
Santiago, jueves 23 de mayo de 2024.- “En la última década, los impactos del cambio climático han ido aumentando y agravándose aceleradamente. Cada vez son más frecuentes los eventos extremos que afectan directamente a la población y, muy especialmente, a las y los agricultores”, afirmó el Director Ejecutivo de la Comisión Nacional de Riego (CNR), Wilson Ureta, al dar a conocer la Cuenta Pública Participativa 2024, que da cuenta de la gestión desarrollada durante el año 2023.
En este contexto, Wilson Ureta Puntualizó que “la Comisión Nacional de Riego trabaja para contribuir a enfrentar estos desafíos, generando respuestas oportunas y capacidades —de infraestructura y organizacionales— indispensables para resguardar la seguridad hídrica y alimentaria, pero también para mejorar la calidad de vida de las y los agricultores de nuestro país”.
En el marco de la Cuenta Pública, desarrollada de manera online, la institución recordó que Chile enfrentó grandes incendios e inundaciones que afectaron con gran intensidad la infraestructura de riego en las regiones de Valparaíso, Metropolitana, O’Higgins, Maule, Ñuble y Biobío. Con ello, Cientos de canales sufrieron daños o quedaron completamente inhabilitados, lo que puso en riesgo la disponibilidad de agua en cerca de 450 mil hectáreas productivas.
No obstante, la CNR recalcó que “en tiempo récord”, y gracias al esfuerzo de las y los funcionarios, se logró implementar concursos especiales de emergencia por 14 mil 500 millones de pesos. “Catastramos los canales, revisamos los proyectos, adjudicamos los bonos, supervisamos las obras y acreditamos y pagamos los trabajos de rehabilitación de los canales, ejecutados por más de 230 organizaciones de regantes. De este modo, no sólo se consiguió salvar la temporada de riego, sino también la producción de alimentos y miles de puestos de trabajo en las zonas agrícolas más importantes del país”, profundizó la CNR.
Más allá de estos episodios críticos, la CNR destacó que Chile enfrenta hoy desafíos estructurales, como la sequía que afecta desde hace largos años a buena parte del país, y la creciente pérdida de terrenos agrícolas, ya sea por la propia escasez de agua o por la falta de oportunidades en el mundo rural para el despliegue de proyectos de vida atractivos y sostenibles en el tiempo.
“La CNR cumple un importante rol en el esfuerzo nacional de avanzar hacia un uso más eficiente del agua en la agricultura y, particularmente, de aumentar las capacidades de acumulación, conducción, tecnificación e innovación para el riego, todas condiciones esenciales para asegurar la producción agrícola, incrementar la productividad y abrir oportunidades de desarrollo”, explicó el Director Ejecutivo.
Logros significativos
Al abordar los principales resultados alcanzados el año pasado, Wilson Ureta recordó la entrega de bonificaciones por más de 116 mil millones de pesos para la realización de 2.300 proyectos individuales y asociativos. Estos proyectos beneficiarán a casi 69 mil regantes, desde Arica hasta Tierra del Fuego.
“Cerca del 65% de las bonificaciones se destinaron a proyectos asociativos -extraprediales-, y el 35% restante a proyectos individuales. Es en la distribución de este último porcentaje, el de proyectos individuales, donde se refleja el esfuerzo institucional de focalización para llegar a grupos históricamente poco atendidos por la CNR”, profundizó.
A su vez, sostuvo que gracias a un importante despliegue territorial se superó los 11 mil millones de pesos en bonificaciones destinadas a pequeños agricultores y agricultoras a través del Programa Especial de Pequeña Agricultura.
“Así, de forma completamente inédita, considerando el Programa Especial y los concursos normales de la Ley de Riego, los aportes a la pequeña agricultura lograron duplicarse, superando los 25 mil millones de pesos. A ello aportó el diseño de un calendario de concursos que abrió espacios exclusivos para mujeres, para pueblos indígenas, para socios de cooperativas y para productores de ciertos rubros que son fundamentales para la seguridad alimentaria”, agregó.
Por otra parte, adelantó que se está avanzado en promover la innovación y el uso de nuevas tecnologías para enfrentar la crisis hídrica y potenciales crisis sociales y alimentarias. Lo anterior, señaló, «desde nuestra División de Estudios, Desarrollo y Políticas, con iniciativas que buscan, por ejemplo, proyectar el uso de plantas de desalinización en zonas costeras, e impulsar el reúso de aguas grises y la captación de aguas lluvias, especialmente en la zona sur de país».
Nueva Ley de Riego
De acuerdo a lo informado por Wilson Ureta, los logros mencionados son producto de un cambio de enfoque y el empuje de los distintos equipos de trabajo de la CNR. «Para consolidar esta trayectoria era necesario hacer cambios más profundos en el propio instrumento que nos permite actuar, la Ley de Riego, cosa que se concretó el año pasado (…) Gracias a estas modificaciones, durante 2024 podremos llegar, con más fuerza y mejor focalización, a aquellos segmentos de agricultores —pequeños y medianos— con mayores brechas de eficiencia hídrica y productividad. Esto sin descuidar a las organizaciones de regantes y sus proyectos extraprediales, que seguirán recibiendo un porcentaje importante de los recursos asociados a la Ley”, expresó el director de la CNR.
